Testimonios


Alejandro Díaz
Consultor de Servicios TI
El Wing Chung empezó siendo una vía de escape para quemar energía y desconectar de un modo que con otros deportes y actividades no conseguía completamente. Poco a poco y sin darme cuenta, este arte marcial se ha ido convirtiendo en una parte de mi, ayudándome a superar momentos difíciles en situaciones personales e inclusive laborales. Ahora, simplemente, se ha convertido en un modo de vida.


Ana Higes
Funcionaria
Aparte de, sin duda,la practicidad del Wing Chun (WT) como defensa personal y de la diversión entrenando con los compañeros, para mi el WT es un perfecto equilibrio entre, por un lado, el cuerpo -mejorando potencia, fuerza, agilidad, reflejos, coordinación, percepción muscular- y por otro, la mente -ayudando a la concentración, autoestima, conocimiento del cuerpo y, en definitiva, bienestar completo.
Me enganchó desde el primer día y, como dice Sifu, todavía quedan muchas horas de vuelo (apasionantes, seguro)


Juan Carlos González
Técnico de Mantenimiento
Un día me decidí y me acerque por esta escuela de Wing Chun, para intentar cambiar algunos aspectos de mi vida, debido a que era una persona algo tímida.
Al entrar, sentí una sensación rara y  bastante cautivadora, era algo muy atrayente. Creo que no me equivocaba al haber elegido este estilo de kung fu. Ese magnetismo que irradiaba la escuela y que me atrajo hacia ella, me impulso a dirigirme hacia la estancia donde se impartía la clase de  Wing Chun. En esa sala se respiraba  y emanaba la esencia del kung fu que buscaba: espíritu de sacrificio, lucha, determinación, honestidad, afán de superación, trabajó bien hecho y progresión estructurada. Me quede impactado al ver la efectividad de este sistema. No dude en hablar con el profesor, y en cuanto pudieron me dieron cita para dar una clase de prueba. Asistí a la clase de prueba y otra vez me volvió a inundar esa misma sensación. Al terminar la clase tal fue mi determinación que no dudé ni por un solo momento en apuntarme.
El Wing Chun significa para mi no solamente un arte marcial muy completo -ya que abarca todas las distancias, ataques, defensas y dispone de un abanico muy amplio y variado de recursos, frente a cualquier tipo de situación que pueda presentarse en la calle- sino que también posee una parte espiritual muy enriquecedora. Además es una forma de entender y vivir la vida.
Gracias a la práctica del Wing Chun, me ha aportado a mi vida diaria ser capaz de vencer esa timidez, tener más seguridad y confianza en mi mismo, tener más vitalidad, descansar mucho mejor, reponerme más rápido ante cualquier catarro o enfermedad, tener menos stress... Han aumentando considerablemente mis reflejos, dispongo de más fuerza y velocidad, soy capaz de dominar el miedo ante una agresión física en la calle y dominar mi cuerpo y mi mente para responder rápidamente ante este tipo de situaciones y a la vez me aporta una buena forma física.
A día de hoy sigo practicando Wing  Chun y no me arrepiento para nada de haber tomado esa decisión y de formar parte de esta gran familia que es el Wing Chun.

Beatriz Sánchez Oliva
Educadora Infantil
Estoy transplantada de hígado desde el año 86 -fui la primera niña de España transplantada-, lo cual me ha afectado a lo largo de los años a los riñones y a la aparición de osteoporosis. En la salud, la práctica del Wing Chun me ha ayudado a tener una gran mejora en la osteoporosis y mi estado de salud actual es bueno.
En la vida cotidiana me ha ayudado a tener más confianza en mi misma y a ser más fuerte ante los problemas. Una de las cosas que me ha ayudado a superar la práctica del Wing Chun es la pérdida de mi madre por cáncer, y también me ha enseñado que puedo conseguir todo lo que me propongo, como por ejemplo, ser madre, que es una de las cosas más importantes de mi vida.
El día 20 de junio de 2011 fue el día más feliz de mi vida: el nacimiento de mi hija Lidia. Actualmente practica Kung Fu Infantil y le encanta, y a mi como madre se me cae la baba al ver que le encanta...
Os animo a probar el Wing Chun. Seguro que os ayuda tanto como me ha ayudado a mi.

Gonzalo Mangas
Funcionario de Justicia
 ¿Por qué, a mis años, seguir practicando deporte? ¿Por qué practicar actualmente un arte marcial? ¿Por qué Wing Chun? La verdad es que nunca he tenido la necesidad de planteármelo seriamente. ¿Por qué lo hago? La respuesta es compleja. Quizá porque me hace sentirme bien física y mentalmente; quizá porque es un entretenimiento, una actividad que se sale de lo normal a mi edad, cuando la aspiración más común es pasear, ver la tele y tomar cervezas; quizá porque es un reto para mis facultades y limitaciones y todavía me divierte enfrentarme a ellas; quizá porque me hace sentirme más confiado, más seguro de mi mismo y me ayuda a relajarme en los momentos de estrés, y eso se traduce en una mejor convivencia con los que me rodean; quizá porque me sigue divirtiendo aprender, y a medida que avanzas en el conocimiento de este arte te das cuenta del inmenso mundo que te queda por conocer; quizá porque entrenar con gente sana, independientemente de la edad, me hace sentirme bien.
En resumen, porque me hace sentirme mejor y porque me ayuda a combatir, hasta donde el cuerpo y la mente me lo permitan, las limitaciones que por mi propia naturaleza o por la edad me vienen impuestas.


Any Camargo
Tripulante de cabina de pasajeros
Llevo practicando Wing Chun desde hace casi dos años. Siempre he sido muy fan de películas de artes marciales y por supuesto, de Bruce Lee, y es por eso que después de pensarlo durante años finalmente me animé a  probarlo.
Me di un mes para probarlo a conciencia y después decidir si seguir con ello. Al principio solo sentía dolor: dolor en los brazos, dolor en las piernas, dolor en músculos que no sabía que tenía... y a pesar de eso no me había sentido mejor en mi vida. Casi sin darme cuenta ese mes se convirtió en dos, tres, cuatro meses hasta que simplemente no podía pasar una semana sin ir a entrenar.
El ambiente de entreno, junto a los conocimientos y energía de los profesores me engancharon por completo. Desde entonces he notado muchos cambios en mi, cambios físicos, como que me siento más saludable, más fuerte, más rápida, en definitiva, más en forma, hasta cambios en mi actitúd, como ser más constante y canalizar mejor mi energía. Incluso en mi vida profesional diría que el Wing Chun esta presente, a veces por mi trabajo me veo expuesta a situaciones hostiles... La seguridad y buena energía que me da el Wing Chun suele ser mi mejor baza para lidiar con ellas.
Hoy por hoy el Wing Chun se ha convertido en una parte muy importante de mi vida de la que no concibo prescindir, así que solo puedo decir cosas buenas sobre él y desde luego animar a cualquiera que este pensando en unirse a la escuela, puedo asegurarles que:
1._ No se arrepentirán y 2._ Encontrarán mucho más de lo que están buscando: más q un simple deporte, más que un arte marcial, y desde luego mucho más que solo Kung Fu. 

Comentarios

Entradas populares